Bozo: 3h00′ Garganta: 4h18′ Aspe: 5:30 
7h20′
Con Martín Zugasti
Unimos los tres picos emblemáticos de la Sierra de Aísa en una travesía dura y con algunos tramos relativamente técnicos. El terreno en el valle parece muy amable, pero en altura dominan las pedreras y las zonas de roca caliza que hay que solventar a través de chimeneas y trepadas o destrepes fáciles (Iº o IIº) pero que se van sucediendo uno tras otro dando pocos descansos. Habitualmente se conoce esta travesía como la Trilogía del Aspe.
Nuestra idea es hacer una ruta lo más circular posible, atacando el Llena del Bozo por su parte occidental (barranco de Igüer) y cresta norte, de forma que no repitiéramos ningún tramo, lo cual alarga y complica un poco la subida a este primer pico (la ruta normal es por el Paso de Napazal, por el este, pero habría que hacer la subida y la bajada del Llena del Bozo por el mismo sitio).
Los recorridos de un pico a otro siempre presentan algún tramo complejo y hay que pillar el paso correcto para no meterse en problemas, así que es esencial tener buena visibilidad. Tanto el Llena del Bozo como el de la Garganta los hacemos en absoluta soledad, en el Aspe la cosa cambia y nos encontramos con numerosos grupos de montañeros. Cualquiera de los tres picos tiene excelentes panorámicas.
Acceso: Desde Jaca tomamos la N-330 y, al norte de Castiello, entre los KM 654 y 655, tomamos a la izquierda la HU-V-2201 por Aratorés, Borau y Aísa. Desde Aísa se continúa hacia el norte por una estrecha carretera que termina ante una portilla. Esta zona de aparcamiento se denomina la Cleta.
Descripción de la ruta: La Cleta (1490m). Traspasamos la portilla y seguimos el ancho camino. Un tramo cementado supera una pendiente fuerte. A la izquierda queda el refugio Saleras. Seguimos el camino principal por el fondo del barranco de Igüer hacia el collado del Bozo por terreno de pastos y con pendiente muy suave. El barranco se cierra por un circo amurallado y giramos a la derecha (cartel que indica hacia el dolmen e ibón de Izagra y collado del Bozo 1665m). Esta senda nos lleva a conectar con el GR-11 (1735m 0h42′).
Seguimos el GR-11, que supera el circo rocoso cómodamente por la derecha. El GR se dirige al collado del Bozo pero lo abandonamos (dejar el GR 1785m 0h55′) hacia la derecha, dirigiéndonos al segundo circo amurallado. Puede que hubiera sido más práctico continuar por el GR-11 hasta el collado del Bozo, evitando la trepar de este muro y andar por terreno incómodo fuera de senda, pero habríamos alargado el recorrido. En cualquier caso Martín se lanza a trepar el muro y lo sigo. Superamos esta zona incómoda y muy pendiente y salimos a una zona más amplia y llana del barranco de Igüer por su orilla izquierda.
Nos dirigimos hacia las paredes de nuestra derecha, contrafuertes verticales que defienden la cara oriental del Llena del Bozo. Tras unas trepadas nos encontramos en un inmenso canchal que miro con desánimo pensando en lo duro que será atravesarlo. Martín continúa hacia los contrafuertes, por donde seguirá trepando hacia la cima. Yo retrocedo un poco y desciendo unos metros buscando un camino más cómodo por debajo de la pedrera. Siempre por encima del barranco de Igüer voy encontrando un paso que va girando a la derecha y entra en una vaguada dirección este. La pendiente es muy fuerte, pero el terreno es más herboso y, aunque de vez en cuando hay que atravesar alguna pedrera (la gran pedrera queda a mi derecha), voy subiendo con esfuerzo pero sin problemas hasta alcanzar la rocosa cresta norte del pico (2515m 2h53′). Ya solo es seguir la cresta, apoyando la mano en alguna ocasión, y me planto en la cima del LLena del Bozo (2559m 3h01′) donde ya me estaba esperando Martín.
Sin entretenernos mucho seguimos la cresta hacia el sur y a 2510m giramos a la izquierda (este) destrepando unos pasos rocosos y luego en descenso hacia el Paso de Napazal (2329m 3h36′). Imponente corredor cae a nuestra izquierda (norte). Hay que atravesar otra pedrera hacia las paredes occidentales del Llena de la Garganta, bordeándolas y tomando como punto de referencia una pequeña brecha al en el hombro final de esa muralla. Sin embargo no hay que llegar hasta la brecha, unos metros antes un hito indica por dónde tenemos que abandonar la pedrera y empezar a trepar el muro por una serie de chimeneas (IIº con buenos agarres). Una vez superado este muro nos encontramos sobre una plataforma más suave que nos lleva a la cima del Llena de la Garganta (2597m 4h18′).
Descendemos esta plataforma más o menos por el mismo camino pero continuamos el lomo hacia el SW y sur hasta localizar el paso de destrepe a la izquierda (paso clave 2415m 4h49′) marcado con un hito bien visible y que nos permite descender a otra gran pedrera que, por tenue huella, se encamina al Paso de la Garganta de Aspe (2427m 5h09′). Hay varias huellas, nosotros vamos por la más pegada a la pared y para llegar al Paso de la Garganta hay otro pequeño destrepe.
Ya estamos en la ruta normal al Aspe y el camino es más claro. Pero todavía hay otro paso rocoso para acceder a un pequeño collado (2581m) que separa un mogote al oeste del Aspe (que se esquiva por el sur) del pico principal. A partir de aquí una senda trillada asciende a la cima del Aspe (2640m 5h30′).
El descenso será por la ruta normal del Aspe. Bajamos casi hasta el Paso de la Garganta de Aspe girando a la izquierda (sur) un poco antes de llegar al Paso. El camino se introduce en un gran lapiaz; estamos en el dominio de la quebrada roca caliza y exige cierta atención. Seguimos los hitos. Todavía hay de vez en cuando algún corto destrepe. Después una senda con fuerte pendiente baja el embudo hasta atravesar el GR-11 (1750m 6h56′) (a la derecha va al collado del Bozo y a la izquierda al collado de la Madalena). Nosotros continuamos sobre el lomo que separa el barranco de Igüer del de Rigüelo. Finalmente baja a atravesar el barranco de Igüer al nivel del refugio Saleras donde confluimos con la ruta de subida muy cerca del aparcamiento de la Cleta (1480m 7h20′)
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