Jôf di Montasio (2754m)

  • Fecha: 5 julio 2017
  • Zona: Italia. Region Friuli-Venezia-Julia. Sella Nevea
  • Desnivel: 1260m
  • Distancia: 12.00km
  • Tiempo subida: 3h25′ Total: 6h21′
  • Prominencia: 1599m
  • Track GPS: wikiloc
  • VisuGPX

El Jôf di Montasio, en la provincia de Udine, es la 2ª cima en altitud de los Alpes Julianos (la 1ª es el Triglav). El austriaco Herman Findenegg fue el primero en alcanzar su cumbre en 1877. Desde Sella Nevea una estrecha carretera asciende hacia el WNW a las praderas de un resalte por encima del profundo valle del torrente Raccolana. Entre campos ganaderos vallados hay una zona de aparcamiento. Al sur las primeras luces del amanecer iluminan el macizo del Kanin. Nosotros nos centramos en las imponentes y aparentemente inaccesibles murallas del Montasio. Sabemos que hay una vía equipada que podemos afrontar, vamos a por ella. Seguiremos siempre las señales de pintura con un punto rojo que balizan la ruta.

Desde el aparcamiento (1500m) sale una pista (NE) hacia el refugio di Brazza. Dejamos la desviación al refugio (1665m 0h27′) a la derecha y otra desviación más a la derecha a Cima di Terra Rossa, nosotros seguimos los carteles al Jôf di Montasio hacia la izquierda por sendas sobre zona de pastos. Más arriba otra bifurcación a la izquierda (1845m 1h01′). La senda es muy clara. Algunas marmotas asoman su cabeza a nuestro paso. Nos dirigimos a un collado herboso a la izquierda de la pared del Montasio y a la derecha de una pequeña formación rocosa de afiladas agujas.

Llegamos al collado Forca Disteis (2200m 1h41′), donde pastan unos rebecos, y retrocedemos un poco para seguir la senda a la derecha (E) que atraviesa la pedrera bajo la pared, hasta alcanzar finalmente la roca (2250m 1h49′). Hay una placa. Nos abrochamos el casco y guardamos los bastones en la mochila. Superamos un par de pasos con sirgas y grapas. El terreno requiere atención, pero la ruta es clara y no excesivamente difícil, aunque sí exigente físicamente.

Por fin llegamos a la famosa Scala Pipan (2535m 2h36′), una escalera vertical de unos 70m que nos permite superar un gran muro y donde ya usamos el arnés y el disipador para asegurarnos a la línea que recorre su lado derecho. Las vistas hacia abajo son espectaculares. Aún queda otro paso con grapas y unas cuantas gradas rocosas más para llegar a la cresta oriental.

La cresta no es difícil, pero siempre con precaución, ya que la caída hacia ambas vertientes es impresionante, vamos avanzando hasta la cruz de la cima del Jôf di Montasio (2754m 3h25′). Picos rocosos y afilados y crestas espeluznantes nos rodean, las nubes van ascendiendo desde los valles, y algunos rebecos desafían la verticalidad acercándose hasta nosotros.

En el descenso tenemos que atravesar algunas franjas de niebla, pero luego, en la parte baja aprieta el calor. Pasamos ahora por el refugio di Brazza y, enseguida, descendemos hasta el aparcamiento (1500m 6h21′).

Este pico, junto con el Triglav, serán las dos montañas que mejor sabor me han dejado de todo el viaje.

Ya en Sella Nevea seguimos la carretera hacia el norte hasta Tarvisio, desde donde nos dirigimos a la frontera con Eslovenia. Paramos en Kranjska Gora, un pueblo con ambiente de montaña, tranquilo pero mucho más animado que los de Italia. Continuamos a Mojstrana, nos alojamos en el albergue Jozl, en una habitación con 5 camas para los 3 solos. Toca lavar algo de ropa y esperar a que pase la tormenta y la lluvia que da paso a una tarde clara. Nos preparamos para el Triglav, que nos espera mañana.

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